Nuevaprensa Sports

AGENCIA DE NOTICIAS

sábado, 29 de marzo de 2008

Si no llueve, no vale

21.00 Por Horacio Gambarte de Rugbytucumano.blogspot.com- Agua bendita para Tucumán. El año pasado el Lawn Tennis también estaba colmado de gente como hoy, también hubo lluvia, también fue semifinales del Argentino ante el mismo rival y también, por suerte, se repitió el resultado. Victoria para La Naranja pero con un condimento extra: esta vez, los Dogos no tuvieron oportunidad de hacer nada ante un rival que los pasó por arriba.
Tucumán presionó desde el minuto uno (ya a los cinco convirtió el primer try por medio de Nicolás Centurión) y los resultados comenzaron a verse inmediatamente. Esteban Roqué, apertura de Córdoba, se dio cuenta en apenas unos segundos que la presión que le pondría Tucumán no lo dejaría pensar tácticamente. Y pudo, en todo el partido, poner sólo "dos bombas arriba" que inquietaron a la sólida y atenta defensa tucumana.
Un penal de Diego Más antes de los diez minutos y un try de Federico Bettolli entrando con el maul minutos más tarde, le ponía cuesta arriba al camino de Córdoba que había elegido pelearle el scrum. Allí Tucumán tuvo muchos problemas, Los Dogos se hicieron fuertes en esa formación pero el terreno y la lluvia no ayudaban a tener pelotas limpias.
Para colmo, andar cordobés era lento y no tenía encendidas las luces para manejar con las manos el partido. Sólo pudo poner las balizas de emergencia cuando el capitán Gabriel Pata Curello sellaba el tanteador 20 a 3 en media ahora de partido.
Ya era mucho para remontar. Y Tucumán no le daba tregua ni espacios para que lo intentara.
Para colmo, apenas comenzado el segundo tiempo, otro try de Bettolli más la conversión del apertura tucumano, dejaba 27 a 3 el encuentro. Y seis minutos más tarde, en una arremetida de los forwards locales Nicolás Centurión apoyaba el quinto try para poner un 32 a 3 más que elocuente.
Allí se acabaron las esperanzas de Córdoba aunque no bajó los brazos ni se dio por vencido. Fue en busca de su try y lo logró tras un maul que el apertura Roque convirtió para sumar 10 puntos.
Pero Tucumán era más y lo demostró no sólo con el despliegue y la lucha de sus delanteros sino con la viveza para definir. Ezequiel Faralle encontró un hueco y se coló por el medio de los centros cordobeses que corrieron mal la marca para así llegar al sexto try, también convertido.
Partido se terminado. Los minutos que quedaron, casi 20, Tucumán le dejó a Córdoba la iniciativa pero marcando en todo el ancho de la cancha con los dientes apretados.
Los cambios (entró todo el banco de suplentes de Tucumán) le dio el aire necesario a La Naranja pero no hubo más puntos. No había necesidad. Córdoba había gastado su repertorio y, si tenía algo más, no tuvo oportunidad de mostrarlo. Tucumán no lo dejó.
Lo mejor que tuvo Córdoba fue el aliento constante de los chicos de las divisiones juveniles del club Universitario que le pusieron color, calor e ingenio a la lluviosa tarde aunque ante la realidad inescrutable del resultado, sus vocecitas se fueron atenuando.
Tucumán está otra vez en la final y le digo que si juega así, por todo lo que demostró durante el torneo (si entro en detalles sería reiterativo) La Naranja es campeón.
Lo digo sin ponerme colorado. Perdón, anaranjado. -Publicado 29 Mar 08-