Godoy Cruz jugó mal y perdió 3 a 0 frente a un Belgrano que sacó provecho de todos sus errores.
Belgrano arrancó sabiéndose dueño del juego y a los cinco minutos arrancó con un gol desde los vestuarios que desarticuló a Godoy Cruz. A partir del gol del puntano Claudio Bustos, el equipo de Mario Gómez se afianzó y cada ataque era sinónimo de gol. Es que el fondo del equipo mendocino hacía agua por todos lados y en gran parte se debía a la velocidad de Suárez y la capacidad goleadora de Bustos.
Belgrano fue más inteligente porque golpeó en el momento justo, le entregó la pelota a Godoy Cruz, armó una línea de cinco mediocampistas y le quitó espacios a un Tomba que jamás tuvo la lucidez y profundidad necesarias para inquietar al arquero Juan Carlos Olave.
El equipo de Oldrá careció de ideas y de reacción. Y en una jugada parecida a la del primer gol, Bustos sentenció la historia. Y chau partido.
Todos los intentos de Godoy Cruz se diluían en tres cuartos de cancha. Por esa razón, Oldrá adelantó a Vallés a la mitad de la cancha, pasó a defender con tres en el fondo, Fabro se cambió de sector (de derecha a izquierda) y se adelantó unos metros, pero no cambió nada. Solamente un tiro libre de Curbelo cuando se moría el primer tiempo fue lo más peligroso que hizo Godoy Cruz.
En el complemento, Oldrá quemó las naves. Apostó a Caruso, González y después a Ovelar, todas las cartas ofensivas, pero el partido ya estaba liquidado desde los 25’ de la primera etapa.
Belgrano apostaba al contragolpe, a las corridas de Suárez y casi por decantación llegó al tercer gol. Godoy Cruz fue pura impotencia, desesperación y poca claridad pese a contar con mucha gente en el ataque. -Publicado 03 Mar 08-
Belgrano arrancó sabiéndose dueño del juego y a los cinco minutos arrancó con un gol desde los vestuarios que desarticuló a Godoy Cruz. A partir del gol del puntano Claudio Bustos, el equipo de Mario Gómez se afianzó y cada ataque era sinónimo de gol. Es que el fondo del equipo mendocino hacía agua por todos lados y en gran parte se debía a la velocidad de Suárez y la capacidad goleadora de Bustos.
Belgrano fue más inteligente porque golpeó en el momento justo, le entregó la pelota a Godoy Cruz, armó una línea de cinco mediocampistas y le quitó espacios a un Tomba que jamás tuvo la lucidez y profundidad necesarias para inquietar al arquero Juan Carlos Olave.
El equipo de Oldrá careció de ideas y de reacción. Y en una jugada parecida a la del primer gol, Bustos sentenció la historia. Y chau partido.
Todos los intentos de Godoy Cruz se diluían en tres cuartos de cancha. Por esa razón, Oldrá adelantó a Vallés a la mitad de la cancha, pasó a defender con tres en el fondo, Fabro se cambió de sector (de derecha a izquierda) y se adelantó unos metros, pero no cambió nada. Solamente un tiro libre de Curbelo cuando se moría el primer tiempo fue lo más peligroso que hizo Godoy Cruz.
En el complemento, Oldrá quemó las naves. Apostó a Caruso, González y después a Ovelar, todas las cartas ofensivas, pero el partido ya estaba liquidado desde los 25’ de la primera etapa.
Belgrano apostaba al contragolpe, a las corridas de Suárez y casi por decantación llegó al tercer gol. Godoy Cruz fue pura impotencia, desesperación y poca claridad pese a contar con mucha gente en el ataque. -Publicado 03 Mar 08-