Todo comenzó muy temprano, a una hora de abrirse las puestas de acceso al estadio, poco lugares quedaron para colmar La Ciudadela.
Mientras soportaban los 50 grados de sensación termina, los miles de hinchas vibraron con el encuentro de reserva donde el Santo se quedó con un gran triunfo.
Mientras esto ocurría, el plantel de Primera de Boca llegó al estadio fuertemente custodiado. Mucho movimiento en el sector de los vestuarios, cables al por mayor, prensa a granes. Es que estaba en Tucumán Boca Juniors, sinceramente fue el doble de medios que cuando estuvo River, el 21 de septiembre.
Algunos colegas de Buenos Aires se acercaron al vallado para retribuir el cariño de los hinchas santos que se acercaban.
El mas requerido fue Titi Fernández que sin corbata y con saco en la mano, firmaba autógrafos y se sacaba fotos con los cholulos hinchas tucumanos.
La nota la dio el encargado de prensa del club porteño, que al dar a conocer la formación del primer equipo no dejó pegar la planilla como habitualmente lo hacen los otros clubes en la pared, se negó a entregar para que un colega de nuestro medio la pusiera para que todos puedan confirmar el equipo. Como no la van a conocer la formación de Boca exteriorizó, y dejó que tomaran nota de la misma con una valla de por medio. Mientras continuaba tomándola de la mano y se movía de un lado a otro para buscar a alguien (foto), luego llamarlo a los gritos, comenzó a dialogar con el jefe de prensa de San Martin.
La hinchada de Boca copó un codo
El jugador número 12 llegaron a la provincia en 8 micros, y esperaron el encuentro en el predio de Mate de Luna y Pellegrini muy bien vigilados por la Policía Provincial, que pudo impedir que los mismos vendieren las entradas que sobraron, mientras comían un asado.
Según expresiones de hinchas que quedaron con las entradas en la mano, la Policía una vez lleno el sector que otorgó a los visitantes no dejó ingresar a nadie más.
Los muchachos de la doce ingresaron a pedido del vicepresidente de Boca sin que le corten las entradas, con bombos, platillos y un gran trapo.
Eso si alentaron desde que llegaron hasta que se fueron, en su ingreso se pudo observar que en el codo se hizo un espacio para que ellos puedan ingresar para alentar al equipo. Por supuesto luego de algunos golpes e insultos nadie se negó a correrse de lugar.
Al final la parcialidad Xeneize se retiró del estadio sin mayores problemas y festejando con cánticos dirigidos a sus eternos rivales River Plate. -Publicado 24 Nov 08-
Mientras soportaban los 50 grados de sensación termina, los miles de hinchas vibraron con el encuentro de reserva donde el Santo se quedó con un gran triunfo.
Mientras esto ocurría, el plantel de Primera de Boca llegó al estadio fuertemente custodiado. Mucho movimiento en el sector de los vestuarios, cables al por mayor, prensa a granes. Es que estaba en Tucumán Boca Juniors, sinceramente fue el doble de medios que cuando estuvo River, el 21 de septiembre.
Algunos colegas de Buenos Aires se acercaron al vallado para retribuir el cariño de los hinchas santos que se acercaban.
El mas requerido fue Titi Fernández que sin corbata y con saco en la mano, firmaba autógrafos y se sacaba fotos con los cholulos hinchas tucumanos.
La nota la dio el encargado de prensa del club porteño, que al dar a conocer la formación del primer equipo no dejó pegar la planilla como habitualmente lo hacen los otros clubes en la pared, se negó a entregar para que un colega de nuestro medio la pusiera para que todos puedan confirmar el equipo. Como no la van a conocer la formación de Boca exteriorizó, y dejó que tomaran nota de la misma con una valla de por medio. Mientras continuaba tomándola de la mano y se movía de un lado a otro para buscar a alguien (foto), luego llamarlo a los gritos, comenzó a dialogar con el jefe de prensa de San Martin.
La hinchada de Boca copó un codo
El jugador número 12 llegaron a la provincia en 8 micros, y esperaron el encuentro en el predio de Mate de Luna y Pellegrini muy bien vigilados por la Policía Provincial, que pudo impedir que los mismos vendieren las entradas que sobraron, mientras comían un asado.
Según expresiones de hinchas que quedaron con las entradas en la mano, la Policía una vez lleno el sector que otorgó a los visitantes no dejó ingresar a nadie más.
Los muchachos de la doce ingresaron a pedido del vicepresidente de Boca sin que le corten las entradas, con bombos, platillos y un gran trapo.
Eso si alentaron desde que llegaron hasta que se fueron, en su ingreso se pudo observar que en el codo se hizo un espacio para que ellos puedan ingresar para alentar al equipo. Por supuesto luego de algunos golpes e insultos nadie se negó a correrse de lugar.
Al final la parcialidad Xeneize se retiró del estadio sin mayores problemas y festejando con cánticos dirigidos a sus eternos rivales River Plate. -Publicado 24 Nov 08-