Golf - El Masters
Más allá de que siente que pudo haber hecho algunos golpes menos en la vuelta de ayer, Romero está satisfecho con su debut en el certamen y apunta a luchar en los primeros puestos
11:35 -Gentileza Diario La Nación- Tal vez el score no sea el mejor reflejo de la actuación de Andrés Romero en este torneo: su nivel y la soltura con la que encaró los primeros 36 hoyos podrían haberle dado dos o tres golpes menos. Lo que queda claro es que sigue llamando la atención de todos.
Si hay algo que lo distingue al tucumano es que se sigue imaginado golpes diferentes, y trata de ejecutarlos muy seguido. Se escucha en los comentarios de la gente cada vez que pega uno de esos tiros fuera de lo común. Hay exclamaciones de admiración y cada vez menos gente preguntado de quién se trata.
Se lo nota comprometido con su causa al Pigu. Terminó de jugar, hizo algunas notas, almorzó y se fue enseguida a la zona de práctica, a tratar de perfeccionar un poco más un swing que le respondió muy bien esta semana: "Estoy muy contento por lo que estoy viviendo acá. Sé que podría haber hecho algunos golpes menos y estar más arriba en la clasificación, pero también pienso que es mi primer Masters y que jugar bien y pasar el corte es muy bueno".
Acerca de su segundo recorrido en el Augusta National, el tucumano comentó: "Pegué muy bien. Me faltó embocar un poco más, aunque en estos greens lo que hay que hacer es evitar hacer tres putts. En el 16 la moví con el aire, y me pasé igual un metro del hoyo. Creo que esa fue la diferencia entre una vuelta aceptable y una muy buena vuelta. El viento estuvo muy cambiante y me costó leerlo bien en algunos hoyos. Pero bueno, me tengo fe para el fin de semana. Hay que buscar un buen score para arrimarse".
"Es difícil tener paciencia en esta cancha. Uno quiere arriesgar, buscar la bandera, pero hay que ir con mucho cuidado, pensar mucho cada tiro, porque un error se paga muy caro", dice el Pigu, contento por la compañía permanente de un grupo de tucumanos que no se amilanó en la desigual batalla de aliento con los fanáticos de Mickelson.
Le quedan dos días más para disfrutar de su primera experiencia en el Masters, que seguramente no será la última. Y no hay que descartarlo, porque nunca se sabe en que momento puede darle forma a otro gran impacto. Ya lo demostró en el último Abierto Británico, otro desafío supremo. -Publicado 12 Abr 08-
Más allá de que siente que pudo haber hecho algunos golpes menos en la vuelta de ayer, Romero está satisfecho con su debut en el certamen y apunta a luchar en los primeros puestos
11:35 -Gentileza Diario La Nación- Tal vez el score no sea el mejor reflejo de la actuación de Andrés Romero en este torneo: su nivel y la soltura con la que encaró los primeros 36 hoyos podrían haberle dado dos o tres golpes menos. Lo que queda claro es que sigue llamando la atención de todos.
Si hay algo que lo distingue al tucumano es que se sigue imaginado golpes diferentes, y trata de ejecutarlos muy seguido. Se escucha en los comentarios de la gente cada vez que pega uno de esos tiros fuera de lo común. Hay exclamaciones de admiración y cada vez menos gente preguntado de quién se trata.
Se lo nota comprometido con su causa al Pigu. Terminó de jugar, hizo algunas notas, almorzó y se fue enseguida a la zona de práctica, a tratar de perfeccionar un poco más un swing que le respondió muy bien esta semana: "Estoy muy contento por lo que estoy viviendo acá. Sé que podría haber hecho algunos golpes menos y estar más arriba en la clasificación, pero también pienso que es mi primer Masters y que jugar bien y pasar el corte es muy bueno".
Acerca de su segundo recorrido en el Augusta National, el tucumano comentó: "Pegué muy bien. Me faltó embocar un poco más, aunque en estos greens lo que hay que hacer es evitar hacer tres putts. En el 16 la moví con el aire, y me pasé igual un metro del hoyo. Creo que esa fue la diferencia entre una vuelta aceptable y una muy buena vuelta. El viento estuvo muy cambiante y me costó leerlo bien en algunos hoyos. Pero bueno, me tengo fe para el fin de semana. Hay que buscar un buen score para arrimarse".
"Es difícil tener paciencia en esta cancha. Uno quiere arriesgar, buscar la bandera, pero hay que ir con mucho cuidado, pensar mucho cada tiro, porque un error se paga muy caro", dice el Pigu, contento por la compañía permanente de un grupo de tucumanos que no se amilanó en la desigual batalla de aliento con los fanáticos de Mickelson.
Le quedan dos días más para disfrutar de su primera experiencia en el Masters, que seguramente no será la última. Y no hay que descartarlo, porque nunca se sabe en que momento puede darle forma a otro gran impacto. Ya lo demostró en el último Abierto Británico, otro desafío supremo. -Publicado 12 Abr 08-