Javier García desde Puerto Madryn para Nuevaprensa Sports. - Con un gol en el epilogo, que puede valer el ascenso, Guillermo Brown superó por la mínima diferencia a Independiente Rivadavia de Mendoza, en el partido de ida de la final por el ascenso directo a la B Nacional, jugado ayer en nuestra ciudad ante 8000 personas, que tuvieron que esperar hasta el último minuto para festejar la victoria con el tanto de Martín Uranga. César Walker, de Santa Fe, fue el árbitro del encuentro. La revancha se jugará el jueves en el estadio de la ‘lepra’ en horario a confirmar, aunque se había anunciado para las 21:30 horas.
Brown va a Mendoza con la ventaja de haber conseguido tres puntos y solo necesita igualar para conseguir el ascenso a la B Nacional.
De final
El partido en líneas generales fue chato y típico de final, y en este caso con algunas particularidades, porque después de casi treinta días se pudo jugar la final, y en el caso del conjunto madrynense fue perjudicial, porque lo sacó del ritmo fuerte de competencia tras habar conseguido el título en Lincoln.
La tensa espera concluyó hace unos días y a eso se agregó que en las últimas horas el equipo perdió a otra pieza clave para esta instancia, ya que Diego Levato debió viajar por el fallecimiento de su padre y entonces Brown perdió a uno de sus jugadores más relevantes en la temporada, por lo que hubo que reacomodar la mitad de cancha casi sin tiempo de trabajo. Además no estaban Aciar y Luque, que purgaban sanciones, aunque ya estarán disponibles para la segunda final.
A todo eso, además, Brown enfrentó a un equipo que tuvo tiempo para acomodar el funcionamiento tras la llegada de ‘Cacho’ Sialle, que conoce y mucho a este equipo, y con ese plus acortó la brecha que podía existir entre estos planteles si es que la hay.
Situaciones
La primera acción favoreció a Independiente, que en un jugada preparada de tiro de esquina as punto estuvo de convertir, cuando Negri, cortinado por dos compañeros, quedó solo en el área y remató al gol, pero Chiarini tapó abajo y le ahogó el grito a la visita.
Otras dos veces tuvo Independiente para anotar, y en ambas volvió a tapar Chiarini, aunque las dos menos riesgosas que la primera.
La última acción fue para Brown, cuando Vera definió mal desde el borde del área.
Difícil de entrar
Brown no pudo quebrar el esquema defensivo que propuso Sialle para su nuevo Independiente, con dos líneas de cuatro bien definidas y con marcadores laterales que casi no pasaron mitad de cancha, por lo que siempre la visita dispuso de diferencia numérica a favor cuando Brown recuperaba y pretendía atacar.
Cambió un poco
Independiente, jugando por abajo, solo tuvo una situación en el segundo parcial, cuando Aranda anticipó en el primer palo y la tiró por arriba.
De ahí en más todo fue del local, aunque tampoco tuvo situaciones tan favorables como en otros partidos, pero aún así, el local mereció irse ganador.
El entrenador local, Darío Tempesta, metió variantes buscando desequilibrar al fondo mendocino, y de a poco fue lográndolo; primero con un cabezazo bombeado de Velásquez que dio en el travesaño y picó en la línea cuando se jugaban 9’.
A los 11’ Romero, también de cabeza peinando la pelota tras centro de Vera, pudo anotar pero se fue cerca del palo.
Una acción combinada con posterior remate de Velázquez a las manos de Vivaldo, fue la otra chance que tuvo el local en el complemento.
A los 33’ Uranga cabeceó en el primer palo y se desvió en la mano de un defensor parado en el poste, pero el árbitro no la vio y tampoco el línea.
El desahogo
La sensación que flotaba en el ambiente era que el empate estaba firmado, no porque lo hayan acordado, sino porque Brown no podía lastimar ni vulnerar la última línea visitante, hasta que a los 44’ Ruiz no dio por perdida una pelota en el fondo de la cancha y arrojándose al suelo se la ‘robó’ increíblemente a Ramos y metió centro atrás por donde entraba Álvarez, que le pegó mal pero corrigió la trayectoria Uranga y tocó al gol para hacer delirar al ‘Conti’ en el minuto final del partido, dándole al local la ventaja mínima para ir a buscar a Mendoza el ascenso directo, que conseguirá empatando o ganando. El equipo que pierda el ascenso, deberá enfrentar a Ben Hur de Rafaela que espera para dirimir su permanencia a través de la promoción. Foto Gentileza Diario Madryn
Brown va a Mendoza con la ventaja de haber conseguido tres puntos y solo necesita igualar para conseguir el ascenso a la B Nacional.
De final
El partido en líneas generales fue chato y típico de final, y en este caso con algunas particularidades, porque después de casi treinta días se pudo jugar la final, y en el caso del conjunto madrynense fue perjudicial, porque lo sacó del ritmo fuerte de competencia tras habar conseguido el título en Lincoln.
La tensa espera concluyó hace unos días y a eso se agregó que en las últimas horas el equipo perdió a otra pieza clave para esta instancia, ya que Diego Levato debió viajar por el fallecimiento de su padre y entonces Brown perdió a uno de sus jugadores más relevantes en la temporada, por lo que hubo que reacomodar la mitad de cancha casi sin tiempo de trabajo. Además no estaban Aciar y Luque, que purgaban sanciones, aunque ya estarán disponibles para la segunda final.
A todo eso, además, Brown enfrentó a un equipo que tuvo tiempo para acomodar el funcionamiento tras la llegada de ‘Cacho’ Sialle, que conoce y mucho a este equipo, y con ese plus acortó la brecha que podía existir entre estos planteles si es que la hay.
Situaciones
La primera acción favoreció a Independiente, que en un jugada preparada de tiro de esquina as punto estuvo de convertir, cuando Negri, cortinado por dos compañeros, quedó solo en el área y remató al gol, pero Chiarini tapó abajo y le ahogó el grito a la visita.
Otras dos veces tuvo Independiente para anotar, y en ambas volvió a tapar Chiarini, aunque las dos menos riesgosas que la primera.
La última acción fue para Brown, cuando Vera definió mal desde el borde del área.
Difícil de entrar
Brown no pudo quebrar el esquema defensivo que propuso Sialle para su nuevo Independiente, con dos líneas de cuatro bien definidas y con marcadores laterales que casi no pasaron mitad de cancha, por lo que siempre la visita dispuso de diferencia numérica a favor cuando Brown recuperaba y pretendía atacar.
Cambió un poco
Independiente, jugando por abajo, solo tuvo una situación en el segundo parcial, cuando Aranda anticipó en el primer palo y la tiró por arriba.
De ahí en más todo fue del local, aunque tampoco tuvo situaciones tan favorables como en otros partidos, pero aún así, el local mereció irse ganador.
El entrenador local, Darío Tempesta, metió variantes buscando desequilibrar al fondo mendocino, y de a poco fue lográndolo; primero con un cabezazo bombeado de Velásquez que dio en el travesaño y picó en la línea cuando se jugaban 9’.
A los 11’ Romero, también de cabeza peinando la pelota tras centro de Vera, pudo anotar pero se fue cerca del palo.
Una acción combinada con posterior remate de Velázquez a las manos de Vivaldo, fue la otra chance que tuvo el local en el complemento.
A los 33’ Uranga cabeceó en el primer palo y se desvió en la mano de un defensor parado en el poste, pero el árbitro no la vio y tampoco el línea.
El desahogo
La sensación que flotaba en el ambiente era que el empate estaba firmado, no porque lo hayan acordado, sino porque Brown no podía lastimar ni vulnerar la última línea visitante, hasta que a los 44’ Ruiz no dio por perdida una pelota en el fondo de la cancha y arrojándose al suelo se la ‘robó’ increíblemente a Ramos y metió centro atrás por donde entraba Álvarez, que le pegó mal pero corrigió la trayectoria Uranga y tocó al gol para hacer delirar al ‘Conti’ en el minuto final del partido, dándole al local la ventaja mínima para ir a buscar a Mendoza el ascenso directo, que conseguirá empatando o ganando. El equipo que pierda el ascenso, deberá enfrentar a Ben Hur de Rafaela que espera para dirimir su permanencia a través de la promoción. Foto Gentileza Diario Madryn
