Publicado 14 Jul 07-
Maracaibo - El paraguayo Carlos Amarilla, que dirigió la final de la Copa América de Perú-2004 y volverá a ser el juez del partido decisivo, Argentina-Brasil, en Venezuela-2007, afirma que su principal anhelo es que el espectáculo del domingo agrade a todos y que los instructores salgan satisfechos por la confianza que depositaron en él.
Amarilla fue el árbitro en el partido inaugural de la Copa, en el que Perú goleó a Uruguay por 3-0 y el empate 0-0 entre México y Chile por la ronda inicial.
Dirigió la final de la Copa Sudamericana, la Recopa Sudamericano y de la Copa América de Perú-2004, en la que Brasil se impuso a Argentina en penales 4-2 tras empate 2-2 en los noventa minutos.
También estuvo presente en el Mundial de Alemania-2006, así como en un Mundial Sub-20 y un Sub-17, además de varios Sudamericanos de categorías menores.
"Lo más importante es que nadie se acuerde de nosotros sino del partido y del espectáculo. Para nosotros que los instructores, los que confiaron en nosotros, salgan satisfechos del trabajo del cuarteto", explicó.
Preguntado si era una revancha su designación, dijo que "El arbitraje es una profesión con muchos sinsabores. A mí me encanta ser árbitro. Lo llevo en la piel y me siento feliz de que se reconozca el sacrificio y el empeño de uno para tratar de cumplir el trabajo con eficiencia", subrayó.
Maracaibo - El paraguayo Carlos Amarilla, que dirigió la final de la Copa América de Perú-2004 y volverá a ser el juez del partido decisivo, Argentina-Brasil, en Venezuela-2007, afirma que su principal anhelo es que el espectáculo del domingo agrade a todos y que los instructores salgan satisfechos por la confianza que depositaron en él.
Amarilla fue el árbitro en el partido inaugural de la Copa, en el que Perú goleó a Uruguay por 3-0 y el empate 0-0 entre México y Chile por la ronda inicial.
Dirigió la final de la Copa Sudamericana, la Recopa Sudamericano y de la Copa América de Perú-2004, en la que Brasil se impuso a Argentina en penales 4-2 tras empate 2-2 en los noventa minutos.
También estuvo presente en el Mundial de Alemania-2006, así como en un Mundial Sub-20 y un Sub-17, además de varios Sudamericanos de categorías menores.
"Lo más importante es que nadie se acuerde de nosotros sino del partido y del espectáculo. Para nosotros que los instructores, los que confiaron en nosotros, salgan satisfechos del trabajo del cuarteto", explicó.
Preguntado si era una revancha su designación, dijo que "El arbitraje es una profesión con muchos sinsabores. A mí me encanta ser árbitro. Lo llevo en la piel y me siento feliz de que se reconozca el sacrificio y el empeño de uno para tratar de cumplir el trabajo con eficiencia", subrayó.