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lunes, 16 de junio de 2008

Argentina logró un agónico empate

Rodrigo Palacio evitó el papelón con un gol en la jugada final. La Selección jugó mal. Argentina luchó hasta el último minuto para igualar 1-1 con Ecuador en el Monumental.

10:00 Buenos Aires: El seleccionado argentino igualó 1-1 con Ecuador, en un empate agónico convertido por el delantero de Boca, Rodrigo Palacio, en la última jugada de la celeste y blanca. El equipo de Basile jugó muy mal, no tuvo fútbol y no mereció ni siquiera la igualdad.
En el comienzo del partido se pudo observar a un seleccionado argentino confundido, porque de otra manera no se entiende que teniendo tantos jugadores de buen pie dentro de la cancha los dirigidos por Alfio Basile, el primer ataque haya partido de un largo pelotazo de Nicolás Burdisso. Urrutia puso en ventaja a los visitantes y el delantero de Boca, a los 48 minutos del segundo tiempo.
Está claro que la tentación por tirarles la pelota larga a los “chiquitios” Messi y Agüero, quienes desde el comienzo se notó que les iban a ganar en velocidad a sus defensores pudo más que buscar la claridad de Verón o Riquelme, o el vértigo de los volantes bien abierto, Zanetti y Maxi Rodríguez.
Pero así y todo, jugando mal, apostando por algo contrario a los futbolistas que estaban en cancha, la sensación que da este seleccionado argentino, ante Ecuador o el rival que tenga enfrente, es que cuando cruza la mitad de cancha puede hacer un gol.
El seleccionado argentino cayó durante todo el primer tiempo en la trampa del pelotazo a los de arriba. Es que Messi y Agüero invitan a tirarle la pelota y que resuelvan, porque tienen la capacidad como para hacerlo.
Sin embargo, lo más claro de Argentino llegó cuando agarró la pelota Verón cerca del área, como a los quince minutos del primer tiempo habilitó en forma perfecta a Maxi Rodríguez, quien envió un centro para que empujen la pelota al gol cualquiera, pero Isaac Mina sacó la pelota al corner.
Con el correr de los minutos los ecuatorianos, que en un momento se habían animado a atacar, fueron retrocediendo en el campo de juego, algo que complicó más al seleccionado argentino, que al no aparecer Riquelme, estar muy lejos de juego Messi, nunca le encontró la vuelta al partido como para irse al descanso en ventaja.
La cara y los gestos de Basile, sobre todo después de cada pelotazo de Burdisso y Mascherano, lo decían todo y por eso los quince minutos del entretiempo seguramente el “Coco” los utilizó para hacerle un “lavado de cabeza” a sus dirigidos. -Publicado 16 Jun 08-