San Martín una vez mas y van…, chocó con su falta de contundencia y la gran actuación del arquero Valentín Brasca. El conjunto de Carlos Roldán a lo largo del partido fue mejor y puso en riesgo permanente al albiazul cordobés.
-Especial desde Cordoba- Por esas cosas que tiene el fútbol y de algunas exigencias como la veda de hinchas visitantes a los estadios. Hicieron que los hinchas santos no pudieran presenciar el mejor partido fuera de la Ciudadela de San Martín.
Solo fueron unos 50 hinchas pudieron burlar toda clase controles, y con su platea en mano se sentaron en silencio en el Olímpico de Córdoba.
Sufrieron y vieron la mejor versión de lo que va del torneo de San Martín, con toques, lujos y hasta un gran ordenamiento táctico. Que complicó a un Talleres que no sabia donde estaba parado, porque Capitano había dispuesto un duelo estratégico y numérico desafiando la estructura del Santo.
Los santos arrancaron decididos a buscar los tres puntos, el albiazul sorprendió con la inclusión de tres delanteros.
A pesar de ello San Martín se adueñó de la pelota en la media cancha con Serrano recuperando y Romano junto a Cantero fueron los que asistían a los puntas. Por las bandas Gil y Leone eran los encargados de sorprendes por las bandas.
Todo estaba saliendo como se había planificado pero chocó con la gran actuación de Valentín Brasca, el arquero fue responsable del 0 a 0 parcial.
Primero le sacó un disparo a KriKorian tras un tiro libre, luego no le permitió a “JJ” que tras una excelente jugada colectiva donde el oportuno reflejo del arquero tras la media vuelta de Morales.
Mientras los santos gobernaban todo el primer tiempo, en la única vez que Talleres logró acercarse a Caffa, se puso en ventaja con un blooper del capitán tucumano. Corrían 37 cuando Quiroga hizo un lateral, que Monge saltó para despejar y la peinó la pelota que sobró a Caffa –gol en contra- , un regalo para un Talleres que encontró el gol por error de San Martín que le dio un cachito de respiro al agobio albiazul.
En el final de la primera mitad San Martín estuvo cerca de empatar, el travesaño le dijo “no” a un impecable cabezazo de Krikorian, el más peligroso de la visita.
En el complemento, el Santo volvió a mostrar superioridad sobre el local, a pesar que Talleres cambió con el ingreso de Buffarini y de esa manera neutralizó los desplazamientos de Leone.
El encuentro se volvió un poco mas equilibrado, Talleres no pasó tantos sobresaltos como había ocurrido en la primera mitad.
Pero el partido hizo justicia por sí mismo, cuando a los 12, tras un centro de Esteban Gil fue conectado por Romano para descolocar a Brasca y poner el 1 a 1.
La última media hora del juego, el encuentro de hizo de ida y vuelta, ambos equipos empezaban a llegar con mayor peligro.
Talleres cuando veía demasiado lejos a Caffa tuvo dos situaciones, Héctor Cuevas en la mas clara tras un mano a mano ganó el guardián albirrojo.
Darío Maccarone ignoró un claro agarrón sobre el “Ratón” Ibáñez en el área de la T, y también le perdonó la vida a Krikorian en una infracción que hubiese sido su segunda tarjeta amarilla.
El pitazo final de Maccarone dejó la clara sensación de que San Martín pudo haber ganado, en un partido que fue claramente superior y que puso en riesgo permanente el resultado final para el elenco albiazul.-Fotos Gentileza Diario La Mañana de Cordoba- -Publicado 01 Oct 07-
-Especial desde Cordoba- Por esas cosas que tiene el fútbol y de algunas exigencias como la veda de hinchas visitantes a los estadios. Hicieron que los hinchas santos no pudieran presenciar el mejor partido fuera de la Ciudadela de San Martín.
Solo fueron unos 50 hinchas pudieron burlar toda clase controles, y con su platea en mano se sentaron en silencio en el Olímpico de Córdoba.
Sufrieron y vieron la mejor versión de lo que va del torneo de San Martín, con toques, lujos y hasta un gran ordenamiento táctico. Que complicó a un Talleres que no sabia donde estaba parado, porque Capitano había dispuesto un duelo estratégico y numérico desafiando la estructura del Santo.
Los santos arrancaron decididos a buscar los tres puntos, el albiazul sorprendió con la inclusión de tres delanteros.
A pesar de ello San Martín se adueñó de la pelota en la media cancha con Serrano recuperando y Romano junto a Cantero fueron los que asistían a los puntas. Por las bandas Gil y Leone eran los encargados de sorprendes por las bandas.
Todo estaba saliendo como se había planificado pero chocó con la gran actuación de Valentín Brasca, el arquero fue responsable del 0 a 0 parcial.
Primero le sacó un disparo a KriKorian tras un tiro libre, luego no le permitió a “JJ” que tras una excelente jugada colectiva donde el oportuno reflejo del arquero tras la media vuelta de Morales.
Mientras los santos gobernaban todo el primer tiempo, en la única vez que Talleres logró acercarse a Caffa, se puso en ventaja con un blooper del capitán tucumano. Corrían 37 cuando Quiroga hizo un lateral, que Monge saltó para despejar y la peinó la pelota que sobró a Caffa –gol en contra- , un regalo para un Talleres que encontró el gol por error de San Martín que le dio un cachito de respiro al agobio albiazul.
En el final de la primera mitad San Martín estuvo cerca de empatar, el travesaño le dijo “no” a un impecable cabezazo de Krikorian, el más peligroso de la visita.
En el complemento, el Santo volvió a mostrar superioridad sobre el local, a pesar que Talleres cambió con el ingreso de Buffarini y de esa manera neutralizó los desplazamientos de Leone.
El encuentro se volvió un poco mas equilibrado, Talleres no pasó tantos sobresaltos como había ocurrido en la primera mitad.
Pero el partido hizo justicia por sí mismo, cuando a los 12, tras un centro de Esteban Gil fue conectado por Romano para descolocar a Brasca y poner el 1 a 1.
La última media hora del juego, el encuentro de hizo de ida y vuelta, ambos equipos empezaban a llegar con mayor peligro.
Talleres cuando veía demasiado lejos a Caffa tuvo dos situaciones, Héctor Cuevas en la mas clara tras un mano a mano ganó el guardián albirrojo.
Darío Maccarone ignoró un claro agarrón sobre el “Ratón” Ibáñez en el área de la T, y también le perdonó la vida a Krikorian en una infracción que hubiese sido su segunda tarjeta amarilla.
El pitazo final de Maccarone dejó la clara sensación de que San Martín pudo haber ganado, en un partido que fue claramente superior y que puso en riesgo permanente el resultado final para el elenco albiazul.-Fotos Gentileza Diario La Mañana de Cordoba- -Publicado 01 Oct 07-