Los Pumas, como a lo largo de este Mundial, dejaron el alma en la cancha, pero sintieron la superioridad táctica y técnica de un sólido equipo de Sudáfrica, que llegó en mejores condiciones físicas. El XV conducido por Marcelo Loffreda, que venía con un notable cansancio tras haber superado a potencias de la talla de Francia, Irlanda y Escocia, saltó al campo de juego con más actitud y predisposición para llevar las riendas que su rival; sin embargo, no pudo traducir en puntos ese dominio de territorio y posesión.
Los sudafricanos tuvieron mucha solvencia, tanto para atacar como para defender, y su gran diferencia fue la contundencia en sus veloces contragolpes. Los Springboks cometieron muy pocos errores que no supieron capitalizados los argentinos, que a medida que pasaban los minutos y no podían convertir, perdieron la concentración y eficacia que los caracterizó a lo largo de este torneo.
Agustín Pichot y Juan Martín Hernández intentaron comandar al equipo, pero se notó el cansancio de ambos en algunas jugadas puntuales, en las que no suelen fallar y que fueron determinantes. Sin embargo, los medios nunca abandonaron sus tareas defensivas y siempre buscaron avanzar a pesar del «paredón» verde que tenían enfrente. En el match de ayer se vio un equipo casi sin respuestas a la hora de atacar ni variantes, muy previsible y con miedo de arriesgar después de recibir dos tries por intercepción. Lo que se sumó a una terrible noche en los lines, que regaló en su mayoría en el complemento. Sudáfrica asfixió a los argentinos en toda la cancha y se plantó con los forwards, aunque perdió varias batallas dentro una guerra muy pareja, que se llevó el que menos falló. -Publicado 15 Oct 07-
Los sudafricanos tuvieron mucha solvencia, tanto para atacar como para defender, y su gran diferencia fue la contundencia en sus veloces contragolpes. Los Springboks cometieron muy pocos errores que no supieron capitalizados los argentinos, que a medida que pasaban los minutos y no podían convertir, perdieron la concentración y eficacia que los caracterizó a lo largo de este torneo.
Agustín Pichot y Juan Martín Hernández intentaron comandar al equipo, pero se notó el cansancio de ambos en algunas jugadas puntuales, en las que no suelen fallar y que fueron determinantes. Sin embargo, los medios nunca abandonaron sus tareas defensivas y siempre buscaron avanzar a pesar del «paredón» verde que tenían enfrente. En el match de ayer se vio un equipo casi sin respuestas a la hora de atacar ni variantes, muy previsible y con miedo de arriesgar después de recibir dos tries por intercepción. Lo que se sumó a una terrible noche en los lines, que regaló en su mayoría en el complemento. Sudáfrica asfixió a los argentinos en toda la cancha y se plantó con los forwards, aunque perdió varias batallas dentro una guerra muy pareja, que se llevó el que menos falló. -Publicado 15 Oct 07-