Lidera el torneo con la misma base de jugadores de los últimos dos ascensos y llena su cancha como ninguno en la Argentina. Cuna de la independencia, el Jardín de la República aloja un sueño: regresar al fútbol grande.
Si busca un equipo que llene su cancha como nadie en la Argentina, debe saltar directamente a la B Nacional. No se trata de discutirle el trono a Boca y River. El punto reside en que en cada presentación no quede un lugar sin ser ocupado. Este fenómeno sólo se da en San Miguel de Tucumán, a 1.312 kilómetros de Buenos Aires. El responsable es el San Martín líder de la B Nacional, cumplida la primera vuelta del campeonato. La Ciudadela, corazón del club, es el recinto que alberga a 25 mil almas cada vez que el Santo juega en casa.
Con un equipo constituido con la base de los últimos dos ascensos, San Martín se permite soñar en grande luego de tanto penar. Es que aún siendo un grande del Interior, el Santo vivió años de ostracismo. Entre 2002 y 2005 la peleó desde el Argentino B, en la cuarta categoría. En esa última temporada sacó una mano y logró el ascenso al Argentino A, que fue una escala efímera: consecutivamente llegó el otro salto y el Santo se instaló en la B Nacional.
La temporada anterior fue para mantenerse y reordenar fuerzas. Se sumaron nuevos nombres que potenciaron a los históricos y viceversa, hasta llegar a esta realidad: San Martín es el líder del campeonato de la B Nacional, cumplida la primera vuelta. Suma 35 puntos, con dos de ventaja sobre Quilmes, que se armó con el objetivo de concretar pronto el regreso a Primera.
No hay figuras en el plantel dirigido por Carlos Roldán, referente en el fútbol de Ascenso, entrenador curtido en clubes del Interior. La mayoría son jugadores de experiencia que en esta temporada han llegado al óptimo de su nivel, como el arquero Germán Caffa, el defensor Luciano Krikorián, los volantes Diego Romano y Ramiro Leone, y los delanteros Gustavo Ibáñez y Juan José Morales. Los dos últimos, precisamente, pertenecen a San Martín desde el Argentino B, amén de la breve experiencia del Ratón en Quilmes, en Primera. Lucas Oviedo (pretendido por varios clubes de la máxima categoría), Miguel Nievas Escobar, Mario Vera y Jorge Serrano también están desde los tiempos difíciles.
Los consumidores del fútbol de los domingos suelen recordar a San Martín por haber sido partenaire del título de Boca en el 92, en aquel controvertido partido en La Bombonera que terminó igualado 1-1. Pero supo mojarles la oreja a los poderosos: el 20 de noviembre de 1988 vivió el día más glorioso de su historia, al humillar a Boca por 6-1 en la mismísima Ribera. Y cuatro años más tarde, recién ascendido, le ganó nada menos que a la Roma de Claudio Caniggia por 1-0 en un amistoso.
Son días felices en La Ciudadela. Aunque aún queda un largo trecho por recorrer, el ansiado regreso a Primera está ahí, tangible. Y puede darse justo en el año del primer centenario del club. San Martín sueña, tiene derecho. Y parece que tiene con qué. -Foto: Poppydiaro -Publicado 27 Dic 07-