Publicado 11 Set 07: El ex defensor de San Martín de Mendoza Carlos Azcurra solicitó que la Justicia resuelva rápido su caso para "poder cerrar las heridas", a dos años de haber sido baleado dentro de un campo de juego.
El 11 de septiembre de 2005, durante el clásico entre San Martín de Mendoza y Godoy Cruz, se produjeron incidentes en la tribuna del primero de esos equipos, donde se encontraban tambiénlos familiares del plantel "chacarero", y Azcurra junto con sus compañeros trataron de evitar la represión policial con balas de goma.
Pero uno de los efectivos le disparó a quemarropa dentro del campo de juego y el impacto de un proyectil le provocó al defensor la pérdida del lóbulo inferior del pulmón derecho, lo que motivó su retiro prematuro.
"Me gustaría que todo estuviera resuelto, que la provincia se hubiera encargado de hacer la investigación rápidamente. La causa está en juicio, pero todo marcha demasiado lento y sería bueno cerrar las heridas", aseguró en una charla.
Azcurra remarcó, sin embargo, que no quiere que Marcial Maldonado, el oficial que le disparó una bala de goma a menos de un metro de distancia, "vaya a la cárcel" y explicó que una de sus intenciones es "evitar que le pase a otro jugador" lo que le sucedió a él.
"Hace bastante que no me pongo a pensar en lo que ocurrió. Cuando lo hago, lo analizo y me hago un montón de preguntas. A veces me da un poco de bronca", manifestó.
Con 30 años, la actualidad lo tiene a Azcurra como entrenador del Algarrobal, un modesto club de la Liga Mendocina donde dio sus primeros pasos como futbolista, una entidad que le "abrió de corazón las puertas".
"Me siento bien allí. Sin embargo, a veces veo correr a gente más grande que yo o de mi edad, y la verdad que es difícil. De a poco tengo que ir aceptándolo", admitió.
Azcurra reveló que cada vez que arriba un futbolista nuevo a la institución le pregunta por aquel lamentable episodio.
"Siempre que llega alguien a probarse me pregunta sobre lo que pasó", reveló.
Luego de lo que aconteció durante ese partido frente a Godoy Cruz, muchas personas iban hasta su casa e incluso veían en él a una especie de santo, algo que a Azcurra lo "sorprendía mucho".
"Había gente que se acercaba a mí. Algunos venían llorando a saludarme, me preguntaban sobre lo que ocurrió y me contaban que habían rezado mucho. Ahora también me encuentro a personas que me saludan y me dicen un montón de cosas", recordó.
Azcurra dijo que recibió "muchísimos llamados provenientes del ambiente del fútbol", aunque admitió que con el paso del tiempo fue lógico que no continúen "porque ya pasó".
Sin embargo, destacó que habla "todas las semanas" con integrantes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), el gremio que defiende los intereses de los jugadores en el país.
Agregó que el cabo que le disparó, y que en la actualidad se desempeña en la Policía provincial haciendo labores administrativas, "nunca" lo llamó, aunque este ex defensor de
Tigre, Estudiantes de Caseros e Independiente Rivadavia contó que prefiere "mirar para adelante".
El 11 de septiembre de 2005, durante el clásico entre San Martín de Mendoza y Godoy Cruz, se produjeron incidentes en la tribuna del primero de esos equipos, donde se encontraban tambiénlos familiares del plantel "chacarero", y Azcurra junto con sus compañeros trataron de evitar la represión policial con balas de goma.
Pero uno de los efectivos le disparó a quemarropa dentro del campo de juego y el impacto de un proyectil le provocó al defensor la pérdida del lóbulo inferior del pulmón derecho, lo que motivó su retiro prematuro.
"Me gustaría que todo estuviera resuelto, que la provincia se hubiera encargado de hacer la investigación rápidamente. La causa está en juicio, pero todo marcha demasiado lento y sería bueno cerrar las heridas", aseguró en una charla.
Azcurra remarcó, sin embargo, que no quiere que Marcial Maldonado, el oficial que le disparó una bala de goma a menos de un metro de distancia, "vaya a la cárcel" y explicó que una de sus intenciones es "evitar que le pase a otro jugador" lo que le sucedió a él.
"Hace bastante que no me pongo a pensar en lo que ocurrió. Cuando lo hago, lo analizo y me hago un montón de preguntas. A veces me da un poco de bronca", manifestó.
Con 30 años, la actualidad lo tiene a Azcurra como entrenador del Algarrobal, un modesto club de la Liga Mendocina donde dio sus primeros pasos como futbolista, una entidad que le "abrió de corazón las puertas".
"Me siento bien allí. Sin embargo, a veces veo correr a gente más grande que yo o de mi edad, y la verdad que es difícil. De a poco tengo que ir aceptándolo", admitió.
Azcurra reveló que cada vez que arriba un futbolista nuevo a la institución le pregunta por aquel lamentable episodio.
"Siempre que llega alguien a probarse me pregunta sobre lo que pasó", reveló.
Luego de lo que aconteció durante ese partido frente a Godoy Cruz, muchas personas iban hasta su casa e incluso veían en él a una especie de santo, algo que a Azcurra lo "sorprendía mucho".
"Había gente que se acercaba a mí. Algunos venían llorando a saludarme, me preguntaban sobre lo que ocurrió y me contaban que habían rezado mucho. Ahora también me encuentro a personas que me saludan y me dicen un montón de cosas", recordó.
Azcurra dijo que recibió "muchísimos llamados provenientes del ambiente del fútbol", aunque admitió que con el paso del tiempo fue lógico que no continúen "porque ya pasó".
Sin embargo, destacó que habla "todas las semanas" con integrantes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), el gremio que defiende los intereses de los jugadores en el país.
Agregó que el cabo que le disparó, y que en la actualidad se desempeña en la Policía provincial haciendo labores administrativas, "nunca" lo llamó, aunque este ex defensor de
Tigre, Estudiantes de Caseros e Independiente Rivadavia contó que prefiere "mirar para adelante".