San Lorenzo de Almagro, por el que pocos apostaban al comienzo del año, se coronó ayer campeón del torneo Clausura al vencer por 4-2 a Arsenal, triunfo que le permitió mantener la diferencia de cuatro puntos sobre Boca, a una fecha del final. Después de un primer tiempo con altibajos, el equipo de Ramón Díaz sacó a relucir su hambre de gloria y en cinco minutos liquidó el pleito con dos goles de Gastón Fernández, el último de tiro penal.En el primer tiempo, Cristian Tula y Ezequiel Lavezzi habían puesto rápidamente en ventaja al elenco azulgrana, pero Mauro Obolo, en dos ocasiones, le había puesto emoción al encuentro y al desenlace de la competencia.
Como había ocurrido quince días atrás frente a Racing, San Lorenzo logró abrir rápido un partido que parecía iba a ser cerrado.A los 6 un envío pasado de Lavezzi desde la punta izquierda fue cabeceado al gol por Tula, quien le ganó el salto al ugandés Ibrahim Sekagya y desató la locura de la hinchada azulgrana en el que fue su tercer tanto consecutivo.A San Lorenzo se le empezó a complicar, pero está comprobado que el equipo de Ramón Díaz posee jugadores que en cualquier momento se encienden y desequilibran.
Y a los 17 quedó demostrado una vez más: Gastón Fernández realizó una doble pared con Lavezzi, quien favorecido por un desvío en un defensor sometió a Mario Cuenca con un remate cruzado desde fuera del área.La gente se enfervorizó aún más, los gritos atronaban en el Nuevo Gasómetro. Pero enfrente tenía un rival duro, que no se iba a entregar así nomás.
Las armas más peligrosas de Arsenal eran los centros al corazón del área. Y así llegó al descuento, primero, y al empate, luego, por virtud de Mauro Obolo y falencias de la estática última línea azulgrana.
Sorpresivamente, el "dale campeón" anticipado de la multitud se transformó en "Hoy hay que ganar". A partir de entonces el partido adquirió un ritmo más vertiginoso, con San Lorenzo yendo a buscar, pero exponiéndose a las contras de la visita.
Pero, aunque el equipo de Gustavo Alfaro generó alguna chance, el que estuvo más cerca fue el local que chocó con las buenas atajadas de Cuenca, quien frustró varias situaciones del rival, en especial a Lavezzi.
En el principio del segundo tiempo el "Ciclón" dio muestras de autoridad. A los 45 segundos la "Gata" Fernández recibió un centro de Osmar Ferreyra y puso el 3-2.
Y cinco minutos más tarde, la Gata volvió a hacerse presente, esa vez de tiro penal, después de que Sekagya le cometiera una torpe infracción a Lavezzi.
A continuación sólo hubo que esperar a que Favale determinara el final. Ramón Díaz, el gran hacedor de este equipo, fue rotando a sus figuras para que recibieran la merecida ovación.
Hasta que llegó el instante de gloria en el que el plantel azulgrana y el cuerpo técnico se aunaron en un abrazo imaginario con esa multitud que se dio cita en el Bajo Flores y que logró festejar tras seis años se ansiedad.
Como había ocurrido quince días atrás frente a Racing, San Lorenzo logró abrir rápido un partido que parecía iba a ser cerrado.A los 6 un envío pasado de Lavezzi desde la punta izquierda fue cabeceado al gol por Tula, quien le ganó el salto al ugandés Ibrahim Sekagya y desató la locura de la hinchada azulgrana en el que fue su tercer tanto consecutivo.A San Lorenzo se le empezó a complicar, pero está comprobado que el equipo de Ramón Díaz posee jugadores que en cualquier momento se encienden y desequilibran.
Y a los 17 quedó demostrado una vez más: Gastón Fernández realizó una doble pared con Lavezzi, quien favorecido por un desvío en un defensor sometió a Mario Cuenca con un remate cruzado desde fuera del área.La gente se enfervorizó aún más, los gritos atronaban en el Nuevo Gasómetro. Pero enfrente tenía un rival duro, que no se iba a entregar así nomás.
Las armas más peligrosas de Arsenal eran los centros al corazón del área. Y así llegó al descuento, primero, y al empate, luego, por virtud de Mauro Obolo y falencias de la estática última línea azulgrana.
Sorpresivamente, el "dale campeón" anticipado de la multitud se transformó en "Hoy hay que ganar". A partir de entonces el partido adquirió un ritmo más vertiginoso, con San Lorenzo yendo a buscar, pero exponiéndose a las contras de la visita.
Pero, aunque el equipo de Gustavo Alfaro generó alguna chance, el que estuvo más cerca fue el local que chocó con las buenas atajadas de Cuenca, quien frustró varias situaciones del rival, en especial a Lavezzi.
En el principio del segundo tiempo el "Ciclón" dio muestras de autoridad. A los 45 segundos la "Gata" Fernández recibió un centro de Osmar Ferreyra y puso el 3-2.
Y cinco minutos más tarde, la Gata volvió a hacerse presente, esa vez de tiro penal, después de que Sekagya le cometiera una torpe infracción a Lavezzi.
A continuación sólo hubo que esperar a que Favale determinara el final. Ramón Díaz, el gran hacedor de este equipo, fue rotando a sus figuras para que recibieran la merecida ovación.
Hasta que llegó el instante de gloria en el que el plantel azulgrana y el cuerpo técnico se aunaron en un abrazo imaginario con esa multitud que se dio cita en el Bajo Flores y que logró festejar tras seis años se ansiedad.
