En un partido que comenzó una hora más tarde y luego debió ser interrumpido por la escasa visibilidad, el conjunto "xeneize" golpeó en los momentos justo con goles de Riquelme, Palermo y Battaglia.
Boca Juniors derroto 3-0 al Cúcuta colombiano y se clasificó finalista de la Copa Libertadores cuando enfrente el próximo miércoles en la Bombonera a Gremio de Brasil.
Un golazo de tiro libre de Riquelme al final del primer tiempo abrió el partido, en el complemento Boca apabulló a un Cúcuta que no supo manejar los tiempos del partido.
En el partido de ida, el conjunto colombiano había ganado 3-1, pero ayer apenas pudo lograr unas pocas llegadas al área local, en un encuentro intenso, presenciado por una multitud y por momentos complicado por una densa niebla.
Obligado por la necesidad de remontar el resultado adverso del primer capítulo, Boca presionó e hizo tambalear a la defensa colombiana antes de que se cumplieran los primeros 10 minutos.
Cuatro tapadas de Zapata y un balón lanzado por Riquelme que dio en el golero y posteriormente en el travesaño midieron la resistencia del Cúcuta, que salió rápidamente del apuro con avisos claros de que sus contraataques podían dañar.Sin embargo, Boca se adueñó de la pelota e intentó jugar siempre en el campo rival, donde el conjunto colombiano cortó el juego con esfuerzo provocando roces y algunos choques sin perder el equilibrio.
Riquelme dio movilidad al equipo local y ordenó el ataque, pero sólo hasta el área colombiana, donde los puntas Palacio y Palermo tuvieron dificultades para romper el cerco impuesto por el adversario.
En el peor momento de Boca, cuando la ansiedad le jugaba una mala pasada, una falta a pocos metros del área y de frente al arco colombiano le dio a los 43 minutos la posibilidad más clara de abrir el marcador.Riquelme midió y acertó con un remate que rozó el poste izquierdo y abrió el camino a la esperanza.
Varias situaciones netas de gol produjo Boca en el comienzo de la segunda parte a través de Ibarra, Palermo y Palacio (dos veces). El Cúcuta no podía salir de su área porque en siete minutos el equipo local provocó más peligro que en todo el primer tiempo.
Entonces la niebla pareció apiadarse del Cúcuta. El fenómeno adquirió una densidad tal que obligó al árbitro Roberto Silvera a interrumpir el juego a los 53 minutos.
Sin que la situación mejorara demasiado, las acciones se reanudaron seis minutos después, y a la salida de un córner Palermo, de cabeza, anotó el segundo gol boquense, lo que obligó al equipo de Jorge Luis Bernal a adelantarse un poco más en el campo.
Battaglia, con otro remate de cabeza, elevó la ventaja a tres tantos, aunque el que debió esforzarse para evitar la tanda de penales fue Mauricio Caranta, quien tapó de manera formidable un mano a mano.
Por el peso de sus individualidades, Boca halló la luz en una noche complicada por la niebla y se metió otra vez en la definición de la Copa Libertadores, la novena en su historia y que ganó por última vez en 2004.
Boca Juniors derroto 3-0 al Cúcuta colombiano y se clasificó finalista de la Copa Libertadores cuando enfrente el próximo miércoles en la Bombonera a Gremio de Brasil.
Un golazo de tiro libre de Riquelme al final del primer tiempo abrió el partido, en el complemento Boca apabulló a un Cúcuta que no supo manejar los tiempos del partido.
En el partido de ida, el conjunto colombiano había ganado 3-1, pero ayer apenas pudo lograr unas pocas llegadas al área local, en un encuentro intenso, presenciado por una multitud y por momentos complicado por una densa niebla.
Obligado por la necesidad de remontar el resultado adverso del primer capítulo, Boca presionó e hizo tambalear a la defensa colombiana antes de que se cumplieran los primeros 10 minutos.
Cuatro tapadas de Zapata y un balón lanzado por Riquelme que dio en el golero y posteriormente en el travesaño midieron la resistencia del Cúcuta, que salió rápidamente del apuro con avisos claros de que sus contraataques podían dañar.Sin embargo, Boca se adueñó de la pelota e intentó jugar siempre en el campo rival, donde el conjunto colombiano cortó el juego con esfuerzo provocando roces y algunos choques sin perder el equilibrio.
Riquelme dio movilidad al equipo local y ordenó el ataque, pero sólo hasta el área colombiana, donde los puntas Palacio y Palermo tuvieron dificultades para romper el cerco impuesto por el adversario.
En el peor momento de Boca, cuando la ansiedad le jugaba una mala pasada, una falta a pocos metros del área y de frente al arco colombiano le dio a los 43 minutos la posibilidad más clara de abrir el marcador.Riquelme midió y acertó con un remate que rozó el poste izquierdo y abrió el camino a la esperanza.
Varias situaciones netas de gol produjo Boca en el comienzo de la segunda parte a través de Ibarra, Palermo y Palacio (dos veces). El Cúcuta no podía salir de su área porque en siete minutos el equipo local provocó más peligro que en todo el primer tiempo.
Entonces la niebla pareció apiadarse del Cúcuta. El fenómeno adquirió una densidad tal que obligó al árbitro Roberto Silvera a interrumpir el juego a los 53 minutos.
Sin que la situación mejorara demasiado, las acciones se reanudaron seis minutos después, y a la salida de un córner Palermo, de cabeza, anotó el segundo gol boquense, lo que obligó al equipo de Jorge Luis Bernal a adelantarse un poco más en el campo.
Battaglia, con otro remate de cabeza, elevó la ventaja a tres tantos, aunque el que debió esforzarse para evitar la tanda de penales fue Mauricio Caranta, quien tapó de manera formidable un mano a mano.
Por el peso de sus individualidades, Boca halló la luz en una noche complicada por la niebla y se metió otra vez en la definición de la Copa Libertadores, la novena en su historia y que ganó por última vez en 2004.