El conjunto de Carlos Roldán en el viaje al corazón de la República llegó con la intención de salir de la incómoda posición en pos de despegar de la promoción. Al frente tiene a un Talleres con la misma urgencia, Antonio Ibáñez abrió el marcador en la tarde soleada y cuando los santos se estaban acomodando luego de festejar, llegó la igualdad tallarín por intermedio de Matías Quiroga.Culminó la pesadilla que arrastraba domingo tras domingo el Santo de la Ciudadela, y puede desahogarse a los cuatro vientos con un grito ensordecedor sabiendo que la temporada próxima continuará en la segunda categoría del fútbol Argentino. San Martín es de primera B.
El encuentro comenzó en el Chateu con un San Martín mas compacto buscando ser el protagonista del encuentro, tenia el poder absoluto de la pelota, complicó a un Talleres con muchos nervios y que corría de tras de cada pelota y buscó los tres puntos desde la pitada inicial.
Más que un clásico era una verdadera final la que se estaba jugando en el mundialista, y comenzó a generar situaciones sobre el arco de Diego Del Pozo.
Esto generó algunos reproches del público local (Estaba vedado el público visitante), con un San Martín inteligente que comenzó a complicar con las subidas de JJ Morares, que fue una pesadilla para la ultima línea local.
Mientras que el único delantero de la “T” era Diego Ceballos, quien deambulaba solitariamente entre la defensa santa. Entre tantas llegadas de San Martín, los hinchas auriazules comenzaban a ponerse nerviosos y a hostigar a sus jugadores,
Un Pelotazo de Cravero para Antonio Ibáñez que aprovechó la lentitud de los dos centrales y que Correa no sabia como cerrar, Ibáñez se la llevó con un taco ante la salida desesperada de Diego Pozo, puso la punta del botín para abrir el marcador y silenciar el Olímpico.
Hasta ese momento los santos ganaban con absoluto merecimiento, pero la alegría no le duró demasiado al conjunto de Roldán.
Una jugada de Garay ante la duda de González en plena área, el capitán santo, Juan Monge, no pudo despegar una pelota en otro claro error defensivo para que Quiroga marcara la igualdad con tiro cruzado a la salida de Lavallén.
El complemento estuvo de más, en un partido que ambos conjuntos se conformaban con el resultado que le convenía.
Las miradas estaban más puestas en el autotrol (tablero electrónico) que marcaba a los hinchas de Talleres como estaban los partidos, como el de Instituto que con su derrota los dejaba fuera de la promoción.
En lo estrictamente futbolístico, el segundo tiempo fue muy mezquino, tanto Del Pozo como Lavallén pasaron una tarde muy tranquila.
Como la igualdad le servia a ambos, tras el pitazo final de Rietti comenzaron a festejar tantos hinchas como jugadores locales, mientras que los santos solo en soledad, le dedicaron a sus hinchas ausentes la igualdad.
