No es tarea fácil ser árbitro, y menos si sos mujer. Las mendocinas se animan a dirigir, muchas para seguir en el deporte.
Ser árbitro no es una tarea fácil. Ser la persona encargada de dirigir un encuentro deportivo es un trabajo que requiere de personalidad y autoridad. Generalmente los Hombres de Negro, como se los denomina, suelen ser los malos de la película, los que anulan goles, los que echan jugadores y también los que reciben toda clase de insultos. Imagínense todo esto potenciado si la figura que manda en un encuentro es una dama.
Muchos hombres no toleran la idea de ser mandados por una mujer en la vida y menos, en un partido de fútbol. Pero desde el 4 de abril de 1998 se tuvieron que acostumbrar a la idea, porque la tucumana Florencia Romano irrumpió en el fútbol argentino como árbitro principal.
De ahí en adelante la presencia de las Damas de Negro, como comenzó a llamárselas, fue aumentando en número y hoy no es raro ver a alguna de ellas dentro de una cancha como árbitro o como juez de línea.
En Mendoza, por lo menos una mujer en cada deporte dirige algún partido de categoría masculina. Y si bien a la mayoría de ellas no les resulta difícil, han tenido que sortear obstáculos para llegar donde están hoy.
Patricia Catapano, Abigail Orosco, Mariela Quini, Paola Herrera, Jimena García y María Elena Rojas son algunas de las chicas mendocinas que se animan a ser jueces en partidos masculinos en la provincia. Por supuesto que hay muchas más.
En el caso de las referís locales, muchas de ellas lo hacen para seguir ligadas al deporte que practicaron siempre. Como es el caso de Patricia Catapano, árbitro de hockey sobre césped, y el de Paola Herrera, de balonmano, que una vez que dejaron de practicar sus deportes continuaron arbitrando para “seguir ligadas y en contacto con la disciplina”.
A la hora de hablar sobre los clásicos insultos y agresiones verbales que suelen escaparse tanto de los jugadores como del público en general, ninguna recuerda haber recibido una agresión verbal fuerte, pero sí los típicos “andá a lavar los platos” o “¿no probaste con dirigir el tránsito?”, recuerda Mariela Quini, árbitro de básquetbol masculino hasta la categoría sub 22.
Pero también muchas de ellas bromean al comentar que “ya esperamos que los que nos van a insultar inventen frases nuevas porque las que dicen siempre, ya cansan”.
Pero más allá de las alegrías y los momentos no muy buenos que viven todas “aman lo que hacen” y les “fascina el trabajo que les toca realizar”, como en el caso de Claudia Muñoz, árbitro y juez de boxeo que actúa en San Martín.
Tanto en Mendoza como en el país y en el mundo esta tendencia está en crecimiento, aunque hay casos como el de Silvia Regina de Oliveira –convalidó un gol hecho por un pasapelotas– que empañan la actuación de estas damas imparciales y lleva a darles la razón a los hombres machistas por demás que dicen que las mujeres no tienen que salir de la cocina. Pero lamentablemente para “ellos” ya sabemos que la historia no es así, por lo menos desde el 4 de abril de 1998.
Muchos hombres no toleran la idea de ser mandados por una mujer en la vida y menos, en un partido de fútbol. Pero desde el 4 de abril de 1998 se tuvieron que acostumbrar a la idea, porque la tucumana Florencia Romano irrumpió en el fútbol argentino como árbitro principal.
De ahí en adelante la presencia de las Damas de Negro, como comenzó a llamárselas, fue aumentando en número y hoy no es raro ver a alguna de ellas dentro de una cancha como árbitro o como juez de línea.
En Mendoza, por lo menos una mujer en cada deporte dirige algún partido de categoría masculina. Y si bien a la mayoría de ellas no les resulta difícil, han tenido que sortear obstáculos para llegar donde están hoy.
Patricia Catapano, Abigail Orosco, Mariela Quini, Paola Herrera, Jimena García y María Elena Rojas son algunas de las chicas mendocinas que se animan a ser jueces en partidos masculinos en la provincia. Por supuesto que hay muchas más.
En el caso de las referís locales, muchas de ellas lo hacen para seguir ligadas al deporte que practicaron siempre. Como es el caso de Patricia Catapano, árbitro de hockey sobre césped, y el de Paola Herrera, de balonmano, que una vez que dejaron de practicar sus deportes continuaron arbitrando para “seguir ligadas y en contacto con la disciplina”.
A la hora de hablar sobre los clásicos insultos y agresiones verbales que suelen escaparse tanto de los jugadores como del público en general, ninguna recuerda haber recibido una agresión verbal fuerte, pero sí los típicos “andá a lavar los platos” o “¿no probaste con dirigir el tránsito?”, recuerda Mariela Quini, árbitro de básquetbol masculino hasta la categoría sub 22.
Pero también muchas de ellas bromean al comentar que “ya esperamos que los que nos van a insultar inventen frases nuevas porque las que dicen siempre, ya cansan”.
Pero más allá de las alegrías y los momentos no muy buenos que viven todas “aman lo que hacen” y les “fascina el trabajo que les toca realizar”, como en el caso de Claudia Muñoz, árbitro y juez de boxeo que actúa en San Martín.
Tanto en Mendoza como en el país y en el mundo esta tendencia está en crecimiento, aunque hay casos como el de Silvia Regina de Oliveira –convalidó un gol hecho por un pasapelotas– que empañan la actuación de estas damas imparciales y lleva a darles la razón a los hombres machistas por demás que dicen que las mujeres no tienen que salir de la cocina. Pero lamentablemente para “ellos” ya sabemos que la historia no es así, por lo menos desde el 4 de abril de 1998.
De Tucumán a la cancha
Florencia Romano fue la primera mujer árbitro en dirigir partidos de fútbol de AFA. A pesar de haber sufrido algunas dificultades para poder desempeñarse en su rol, se ríe del cantito que la hinchada de Victoriano Arenas le dedicó en su debut como jueza de primera división en un partido dela Primera D.
La hinchada cantó durante todo el encuentro: “Florencia, Florencia, qué contenta se te ve, debutás con Victoriano, que es el macho dela D ”. Aunque recuerda no haber escuchado nada ese día porque “estaba muy concentrada” en su función de dirigir.
Con respecto a su inicio, comentó: ‘‘Mi mamá fue la ideóloga de todo esto que hoy soy. Supongo que ella se dio cuenta de que patear una pelota para mí era un momento de mucha felicidad y pensó que una forma de estar cerca del fútbol era ser árbitro’’.
Después de ella muchas fueron las que se animaron a seguir sus pasos y por supuesto, los pasos para las demás fueron menos complicados. Gentileza Los Andes de Mendoza.-Publicado 29 Ene 08-
Florencia Romano fue la primera mujer árbitro en dirigir partidos de fútbol de AFA. A pesar de haber sufrido algunas dificultades para poder desempeñarse en su rol, se ríe del cantito que la hinchada de Victoriano Arenas le dedicó en su debut como jueza de primera división en un partido de
La hinchada cantó durante todo el encuentro: “Florencia, Florencia, qué contenta se te ve, debutás con Victoriano, que es el macho de
Con respecto a su inicio, comentó: ‘‘Mi mamá fue la ideóloga de todo esto que hoy soy. Supongo que ella se dio cuenta de que patear una pelota para mí era un momento de mucha felicidad y pensó que una forma de estar cerca del fútbol era ser árbitro’’.
Después de ella muchas fueron las que se animaron a seguir sus pasos y por supuesto, los pasos para las demás fueron menos complicados. Gentileza Los Andes de Mendoza.-Publicado 29 Ene 08-